Cómo mejorar la comunicación con sus hijos adolescentes
EL PAPEL EDUCATIVO Y FORMATIVO DEL HOGAR
El hogar no suplanta a la escuela, así como tampoco ésta puede reemplazar al hogar. Ambos deben colaborar estrechamente para una educación integral. En las aulas de las escuelas y los colegios se le impartirán al niño mayormente conocimientos en forma sistemática.
En el hogar recibirá de sus padres un modelo para aplicar esos conocimientos en la vida. La escuela instruye; el hogar forma y educa desarrollando hábitos correctos. ¿De qué valdrá, por ejemplo, que la escuela le enseñe a Pedrito que debe ser honrado, si luego nota en su hogar que su padre hurta materiales de la fábrica donde trabaja?
Dichosos los hijos cuyos padres se dan cuenta cabal de que ellos son los maestros de la primera y más fundamental de todas las escuelas: el hogar. La Biblia ya señalaba esta función paterna con las siguientes palabras: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él". (Proverbios 22:6).
Cuándo comenzar
Cierta vez una joven madre concurrió con su hijito a consultar a un pedagogo.
- Deseo saber - dijo la señora - ¿cuándo debo iniciar la educación de Carlitos?
- ¿Qué edad tiene su chico, Sra. Gutierrez? - preguntó el profesional.
- Cinco años - repuso la madre. El pedagogo hizo una pequeña cuenta y repuso:
- Calculo que la educación de Carlitos debió haber empezado hace 20 años.
- ¿Cómo? No entiendo - dijo extrañada la madre.
- Sí señora, la educación de su hijo debió haber empezado muchos años atrás con la preparación suya, para ser la primera maestra de Carlitos. ¡Cuánta verdad contiene esta declaración del pedagogo!
Desde las primeras horas de vida el niño empieza a adquirir hábitos y costumbres que afectarán toda su vida en forma negativa o positiva. Y para ese momento transcendente ya la madre y el padre deben estar preparados para enseñar en esa escuela sin igual.
QUÉ ENSEÑAR
El hogar es la escuela donde se enseña el arte de vivir, que abarca toda la vida. Y por tratarse de un arte tan esencial, nos referiremos a él, aunque tocando sólo algunos aspectos prácticos.
He aquí algunas lecciones que los padres deben grabar en el carácter de sus hijos:
El orden, que abarcará desde cómo guardar sus juguetes, libros, etc., hasta la forma de usar su ropa y peinar su cabello. Higiene y limpieza, acerca de lo cual huelga todo comentario. Sentimientos humanitarios, ya sea cultivando una planta o cuidando un animalito doméstico, o compartiendo los juguetes o la merienda con el compañero.
Manejo del dinero. Con la finalidad de desarrollar en los hijos el sentido de responsabilidad y administración, es bueno que ellos reciban una compensación monetaria por algún trabajito bien realizado. De esa manera comprenderán que el dinero se obtiene mediante un esfuerzo definido, en el que se debe dar lo mejor de sí.
Luego, debe animárselos a formular un plan de gastos y ahorro. Esto les permitirá llevar sus cuentas, les dará nociones de como orientar las compras, etc.
Arte culinario. La madre que enseña a sus hijas el valor de los alimentos y la forma de presentar un menú sabroso y equilibrado, les hará un gran legado a ellas y a los hogares que puedan formar. Para los varones, el cultivo de un hobby o la enseñanza de un oficio les proporcionará un pasatiempo provechoso y los alejará de las influencias perniciosas de la calle.
La fe, también es una de las grandes lecciones que deben impartirse en el hogar, pues enriquece la vida con el optimismo y la confianza. En medio de una dinámica tal, la escuela del hogar irá desarrollando en los hijos otros rasgos nobles de carácter, tales como el valor, el honor, el amor al trabajo, la cortesía, etc.
Estas metas constituyen el anhelo más acariciado de los maestros del hogar, y para lograrlas nunca se recalcará lo suficiente la importancia que tiene el ejemplo de los padres. "La actitud de los padres no tarda en ser la actitud de los hijos. Si el padre y la madre son siempre corteses entre sí, los niños propenderán a serlo también. Las cosas que nunca se hacen en el hogar, rara vez llegan a ser hábitos de los niños. No es lo que se les dice que hagan o que no hagan, sino lo que oyen y ven, lo que afecta el desarrollo de la personalidad. No hay nada que los niños se deleiten más en hacer, que aquello que hace su padre y su madre. Y el poder del ejemplo supera de tal manera al del precepto que si podemos valernos de sólo uno de ellos, habremos de elegir forzosamente el primero: el ejemplo" (¿Basta el Amor?, 27).
"Las parejas felices conversan más. Los matrimonios de más éxito están juntos y conversan 5 horas más por semana que el promedio" La familia que soñé, 9.
Por lo tanto, la lección mas importante y objetiva de todas las que deben impartir los padres es el ejemplo de sus propias vidas.
ÁREAS DE TENSIONES ENTRE PADRES Y ADOLESCENTES
El Dr. José A. Fuentes, Ph. D., investigador científico y clínico especializado en hogar y familia, propone una lista de factores ha ser analizados y evaluados por los padres y adolescentes; con el propósito de investigar las áreas de tensión entre los integrantes de la familia.
Instrucciones: ¿Cómo andan las relaciones entre padres y adolescentes en su hogar? Marque con una X al lado del número que indica grado de tensión en las áreas propuestas:
ÁREAS Grado de tensión - Del 1 al 5
Salidas con el sexo opuesto
Amistades
Hora de regreso a casa
Uso del tiempo
Forma de vestir
Cabello
Trabajo en casa
Disciplina
Dinero
Autoridad
Uso del automóvil
Relaciones con hermanos
Relaciones con hermanas
Asistencia a la iglesia
Música
Películas
Calificaciones escolares
Uso del teléfono
Estudio
Uso del lenguaje
Lugares frecuentados
Temperamento
CLAVES PARA LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
1. Los padres deben educar la voluntad de los hijos y sus sentimientos.
2. Trate de pasar "calidad de tiempo con sus hijos"
3. Piensa antes de hablar y reflexiona antes de actuar. No hables sin pensar y sin medir el alcance de tus palabras.
4. Enseñe a sus hijos la importancia de distinguir entre el bien y el mal.
5. El secreto que un hijo confia al padre o a la madre debe ser como una piedra lanzada al mar. Se esconde en el fondo, nadie la ve, descubre, conoce.
6. La mejor escuela de la vida es el ejemplo de los padres. Los hijos precisan más los ejemplos que las enseñanzas.
7. Discipline constructiva y conscientemente.
8. La misión de los padres es orientar, esclarecer, amar, comprender, incentivar. Actuar así es darle la oportunidad a tu hijo para que se afirme en la vida. El amor que los hijos reciben de los padres y la confianza que éstos depositan en ellos es para los jóvenes un seguro amparo de vida.
9. Aprende a escuchar con paciencia y atención el desahogo de tu hijo y evitarás muchas discusiones, desavenencias y contrariedades.
10. Deja que tu hijo hable y oiga pacientemente, y sólo después habla, analiza, medita y dialoga con él.
11. Fomente la independencia a medida que van creciendo.
12. Apreciar y valorizar lo bueno da mejores resultados que señalar y condenar de inmediato lo equivocado. A nadie le gusta ser refutado y censurado al instante.
13. No desarrolle expectativas irreales en la crianza de los hijos.
14. Su hijo precisa consejos y recomendaciones, pero deben ser bien dosificados, dados con amor y bondad. Una andanada de consejos y recomendaciones irrita y satura.
15. El amor siempre trae unidad y conlleva a hacer obras de bien. Ame a sus hijos abundante e incondicionalmente.
16. Una vida sin amor es una vida vacía y sin sentido. La vida nos es dada para crecer siempre más en el amor y para engrandecernos a través de la práctica del bien.
LOS PADRES SON LOS PRIMEROS EDUCADORES
Marisa U. de González señala cuatro aspectos a ser considerados por los padres, en cuanto a la preparación de éstos. Según la autora, los padres deben preparase para:
1. Proporcionar a nuestros hijos la educación que merecen.
Aquella educación que reconoce la dignidad de todo ser humano, tratándole como tal y enseñándole a vivir conforme a su propia naturaleza racional y espiritual. Es precisamente el hogar, primera escuela de vida y formación para la persona, donde se han de adquirir sólidos cimientos sobre los cuales la persona ha de ir consolidando la propia libertad que servirá de guía para formar su personalidad y carácter.
2. Hogar y escuela es donde el niño pasa la mayor parte de su día
Es aquí donde principalmente aprenderá patrones de conducta, normas y valores que guiarán su vida. Por esto es sumamente importante que entre los padres y el centro educativo brinden un mismo marco de referencia evitando en lo posible criterios encontrados en valores fundamentales que puedan hacer sentir al niño desorientado o en el peor de los casos manipulado o engañado.
3. Promover actividades que fortalezcan los lazos familiares y favorezcan la comunicación entre las diferentes generaciones dentro del hogar.
Contrarrestar el ambiente negativo que irremediablemente dificulta la tarea educativa. Un ejemplo representativo de ello son los medios de comunicación y entretenimiento que en ciertos casos a través de la televisión, revistas, videos, etc., promueven propaganda que ridiculiza cualquier tipo de autoridad, así como los valores morales que ellos inculquen.
4. Los padres debemos ser guías, maestros y amigos durante toda la vida de nuestros hijos.
Principalmente durante los primeros años de su desarrollo, crecimiento y aprendizaje a través de los cuales toda vivencia positiva o negativa marcarán definitivamente la forma cómo, ahora en su presente y posteriormente en el futuro, verán y afrontarán su vida.
UN CONSEJO INSPIRADO
"Los jóvenes y niños de la actualidad determinan el porvenir de la sociedad, y lo que estos jóvenes y estos niños serán depende del hogar. A la falta de buena educación doméstica se puede achacar la mayor parte de las enfermedades, así como de la miseria y criminalidad que son la maldición de la humanidad. Si la vida doméstica fuera pura y verdadera, si los hijos que salen del hogar estuvieran debidamente preparados para hacer frente a las responsabilidades de la vida y a sus peligros, ¡qué cambio experimentaría el mundo!" (MC, 270).
"Satanás y su hueste están haciendo arduos esfuerzos para desviar la mente de los niños, y éstos deben ser tratados con franqueza, ternura y amor cristianos. Esto os dará una poderosa influencia sobre ellos, y les hará sentir que pueden depositar una confianza ilimitada en vosotros. Rodead a vuestros hijos de los encantos del hogar y de vuestra sociedad. Si lo hacéis, no tendrán mucho deseo de trabar relaciones con otros jóvenes. ... A causa de los males que imperan hoy en el mundo, y de la restricción que es necesario imponer a los hijos, los padres deben tener doble cuidado de ligarlos a sus corazones y de dejarles ver que desean hacerlos felices" (HC, 171-172).
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