Jesús viene pronto

HERRAMIENTA: cinta métrica

TEXTO CLAVE: “Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre. ¡Estén alerta! ¡Vigilen! Porque ustedes no saben cuando llegará ese momento” (Marcos 13:32, 33).

OBJETIVO: dado que nadie sabe realmente el momento exacto en el que Jesús vendrá́, es importante que siempre estemos listos, incluso hoy.

INTRODUCCIÓN

Hoy agregaremos a nuestra caja de herramientas la famosa cinta métrica. ¿Para qué usamos una cinta métrica?

La cinta métrica se utiliza comúnmente en la construcción, la carpintería, la costura, la ingeniería y muchas otras actividades que requieren mediciones pre- cisas. Algunas de las aplicaciones más comunes de una cinta métrica incluyen:

1. Medición de distancias lineales: la cinta métrica se utiliza para medir la longitud de objetos o espacios lineales, como la longitud de una pared, la longi- tud de una mesa o el ancho de una ventana.

2. Medición de circunferencias: la cinta métrica se utiliza para medir la cir- cunferencia de objetos redondos o curvos, como la circunferencia de un tubo o la circunferencia de un círculo.

3. Medición de alturas: la cinta métrica se utiliza para medir la altura de ob- jetos, como la altura de una persona, la altura de una puerta o la altura de una habitación.

TEMA CENTRAL

Pero ¿qué pasa cuando lo que queremos medir es el tiempo? ¿Cómo pode- mos medir la distancia en tiempo de la palabra “pronto”?

Qué notable promesa hecha por Jesús a sus discípulos antes de su crucifi- xión. Una promesa destinada a los discípulos de Jesús a través de los siglos, especialmente a aquellos que están vivos cuando él regresara a la tierra por segunda vez, esta vez no como un bebé en un pesebre, sino como Rey de reyes y Señor de señores.

“Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo” (Marcos 13:32, 33).

Aunque la Biblia nos dice claramente que Jesús vendrá de nuevo, el día de su venida será como una sorpresa, incluso para aquellos que buscan su venida, “porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:44).

La verdad es que, si confiamos en la Palabra de Dios, debemos creer que Je- sús regresará por segunda vez. Los discípulos y los primeros cristianos pensaban en la segunda venida como “la bendita esperanza”.

La Biblia también nos dice que cuando Jesús venga, todos lo verán. Mateo 24:27 declara: “Porque, así como el relámpago que sale del oriente se ve hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.”

Apocalipsis 1:7 comparte: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron”. Y el apóstol Pablo proclama en 1 Tesalonicenses 4:16, 17: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

Por lo tanto, no solo todos los que están vivos serán testigos de la segunda venida de Jesús, sino también aquellos que murieron como creyentes en Cristo resucitaran en su venida, y junto con los creyentes que están vivos, serán lleva- dos al cielo para vivir con Jesús para siempre. Esto significa que nuestros seres queridos que murieron en Jesucristo resucitaran para ir con él al cielo. Qué gran emoción será cuando volvamos a ver vivos a nuestros seres queridos. Viviremos juntos con Jesús para siempre, donde la muerte ya no existirá.

Desafortunadamente, la segunda venida no será un momento feliz para aquellos que han rechazado a Dios y la salvación que él ha provisto a través de la muerte de Jesús en la cruz.

La Biblia nos dice en 2 Tesalonicenses 2:8: “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida”. El lado positivo es que esto significa el fin del pecado y el mal, ya que Dios destruye a Satanás y a todos aquellos que eligieron seguirlo.

La buena noticia es que debido a que todavía estamos vivos y Jesús aún no ha regresado; tenemos la oportunidad de aceptar su salvación, para que poda- mos estar listos para ir con él al cielo cuando él venga de nuevo.

Apocalipsis 3:20 dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.

CONCLUSIÓN

Reconstruir nuestro altar familiar también significa renovar nuestra fe en el regreso de Jesús. No necesitamos medir el tiempo que nos queda para prepa- rarnos, necesitamos estar preparados todos los días como si fuera a venir hoy.

Por eso, reforzamos nuestra decisión como familia repitiendo Deuteronomio 6:5: “y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. Porque todos queremos estar listos para vivir eternamente con Jesús. El altar familiar es el lugar y el momento ideal para renovar nuestro compromiso de encontrarnos allí.

ORACIÓN

Querido Dios, gracias por la promesa de tu pronta venida. Sabemos que cum- ples cada promesa que haces, y esta es una promesa que no podemos esperar a que la cumplas. Ayúdanos a desarrollar una relación más cercana contigo, para que llenos de tu amor y poder compartamos las buenas nuevas con los demás para ayudarlos a prepararse para ese gran día. En el nombre de Jesús, amén.

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