Eligiendo el camino correcto

By
Lía Treves

HERRAMIENTA: El nivel

TEXTO CLAVE: “Jesús le dijo: ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí’” (Juan 14:6).

OBJETIVO: muchos dioses falsos en nuestro mundo actual tratan de ale- jarnos del único Dios verdadero. Cuando seguimos el camino que Dios proveyó́ para nosotros y seguimos su plan, experimentaremos su extraordinario amor, gracia y perdón.

INTRODUCCIÓN

Una de las herramientas que usamos al construir una casa es el nivel, o nive- lador, que es una herramienta esencial para garantizar que la construcción esté nivelada de manera precisa. Si bien puede que no esté́ en la caja de herramientas de todos, la mayoría de los carpinteros tienen una herramienta de nivelación. Se utiliza para determinar si una superficie es horizontal o vertical. Sin un nivel, no puedes construir una casa que funcione bien o se vea bien, ni siquiera podrías poner una puerta correctamente. El nivel ayuda a mantener todo en equilibrio.

¿Qué beneficios nos trae usar esta herramienta? Veamos:

1. Proporciona una nivelación precisa: la nivelación correcta es fundamental para la estabilidad de la estructura y para prevenir problemas como la acumula- ción de agua en áreas específicas, lo que puede llevar a daños en la estructura o problemas de humedad.

2. Anticipa el ahorro de tiempo y dinero: al usar un nivelador, se puede evi- tar errores en la nivelación que podrían requerir la demolición y reconstrucción de la estructura. Además, se evitan costos adicionales y retrasos en la construcción.

3. Garantiza la seguridad de la obra: la nivelación incorrecta puede hacer que una estructura sea insegura e incluso peligrosa para los trabajadores y los futuros ocupantes. El uso de un nivel garantiza que la estructura se construya con los estándares de seguridad adecuados y que esté preparada para soportar las cargas y tensiones previstas.

TEMA CENTRAL

¿Has notado que la mayoría de los cristianos no nombran a sus hijos “Acab” o “Jezabel” por una buena razón?

El rey Acab fue considerado uno de los peores reyes de Israel. Cuando des- obedeció a Dios y se casó con la princesa pagana Jezabel, comenzó a servir y adorar a Baal (1 Reyes 16:31).

Una vez más, los hijos de Israel aceptaron malos ejemplos e influencias y olvidaron adorar sólo a Yahvé o Jehová, el único Dios verdadero. El Dios que Moisés les dijo que amaran “con todo su corazón, alma y fuerzas” antes de morir. Comenzaron a adorar a Baal (Baal era el prominente dios de la tormenta y de la fertilidad) y otros dioses y diosas. Muchos abandonaron la adoración al Dios creador, mientras que otros trataron de adorar a otros dioses como Baal en vez de a Yahvé.

Elías (cuyo nombre significa “Yahvé es mi Dios”) fue mandado por Dios a ir al encuentro de Acab. Elías siempre siguió́ las instrucciones de Dios, así que cuando Dios habló, obedeció. Cuando Elías subió al Monte Carmelo, pudo ver al rey Acab llegando con sus túnicas reales, a sus profetas y a los israelitas que, como se mencionó anteriormente, estaban luchando entre su dedicación a Yahvé y a los dioses paganos de sus reyes, Acab y su tortuosa esposa pagana, Jezabel.

Dado que el Monte Carmelo era el territorio de Baal, Elías, según las instruc- ciones de Dios, les dio a los profetas de Baal la “ventaja de campo”, y los dejó suplicar a sus dioses primero. Hicieron de todo para ser oídos, incluso se lastima- ron y arañaron sus ropas, pero no pasó nada.

Luego llegó el turno de Elías.

Reconstruyó el altar a Jehová que estaba arruinado.

Después, hizo una zanja alrededor del altar, en la que cupieran dos medidas de grano.

Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña.

Y dijo: “llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña”.

Y dijo: “hacedlo otra vez”; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: “hacedlo la tercera vez”; y lo hicieron la tercera vez, de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja.

Elías oró: “Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh, Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos”.

Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las pie- dras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja ¡Qué espectáculo maravilloso debe haber sido ese!

¿Cómo saber si me estoy desviando hacia otros dioses en mi adoración?
La Biblia, el plano de construcción, tiene la respuesta: “Jesús le dijo: ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí’” (Juan 14:6).

Jesús nivela nuestro camino a través de su ejemplo:

Nos da la dirección precisa hacia donde debemos apuntar nuestro cora- zón y nuestra mente.

Anticipa problemas y complicaciones que pueden angustiar nuestra vida y nos ahorra el dilema de tomar malas decisiones.

Garantiza su cuidado y protección en el proceso de construir un carácter para la eternidad.

CONCLUSIÓN

Hoy, al igual que los israelitas, muchos de nosotros, cristianos, estamos luchando con nuestra adoración. En muchos sentidos, estamos sirviendo a otros dioses mientras pretendemos adorar al único Dios verdadero.

La mayoría de nosotros creemos genuinamente que solo estamos adorando al Dios verdadero y es posible que no reconozcamos como otros dioses han cap- tado nuestra atención y afecto de manera lenta e inocente.

Necesitamos tomarnos el tiempo para reflexionar sobre qué dioses falsos podrían estar compitiendo por su adoración. Si bien algunos incluso pueden ser buenos, estas pueden ser cosas o actividades que nos envían en la dirección incorrecta, lejos de Dios, en lugar de estar más cerca de él.

Algunos de estos pueden incluir dispositivos inteligentes, redes sociales, actividades académicas, deportes, cosas que ocupen nuestro tiempo y se convierten en falsos altares si no los ponemos en su lugar, espacio y tiempo adecuados.

Si deciden como familia seguir el consejo de Deuteronomio 6:5: “y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”, comprométanse a mirar solo a Jesús que es el camino que nos señala la dirección correcta y suple nuestras necesidades más profundas.

Querido Dios, tú eres el único Dios verdadero y nosotros somos tus siervos. Queremos obedecer tu Palabra. Por favor, ayúdanos a creer en ti y no permitas que otros dioses tomen tu lugar. Te amamos con todo nuestro corazón y fuerza. En el nombre de Jesús, amén.

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