Adicción a Internet y Video juegos

 "Las personas adictas a internet son incapaces de controlar su uso y ponen en peligro el empleo y las relaciones interpersonales." - Beard, 2002

En los últimos años se ha ido utilizando el término de “adicción al celular, adicción a la computadora, etc.”. A este grupo de adicción se las denomina: “Adicciones tecnológicas”, forman parte de las adicciones no tóxicas, y se desarrollan por el uso excesivo e inapropiado de los teléfonos celulares, internet y lo que ofrece como videojuegos, redes sociales, etc. (Fontemachi, 2014).

Se considera una adicción ya que la tecnología activa sistemas de recompensa similares a los que activan las drogas y producen algunos síntomas conductuales que se podría comprar a los producidos por ciertas sustancias que producen adicción.

Principales señales de alarmas que indican dependencia a las tecnologías, o redes sociales (Echeburúa y Corral, 2010):

- Privarse del sueño para estar conectado a las redes, dedicar menos de 5 horas al descanso.
- Descuido de actividades importantes como conversar con la familia, salida con amigos, el estudio o el cuidado de la salud y la higiene.
- Irritabilidad cuando no está conectado o cuando la conexión falla o resulta muy lenta.
- Intento de controlar el tiempo en que pasa con el celular, o computador, pero no se consigue y se pierde la noción del tiempo.
- Mentiras sobre el tiempo real que se mantiene conectado o jugando a un videojuego.
- Aislamiento social, y bajo rendimiento académico.
- Obesidad o aumento de peso.

Más que el número de horas conectado a la Red, lo determinante es el grado de interferencia en la vida cotidiana (Davis, 2001).

Factores que favorecen el desarrollo de la adicción a las tecnologías:

- Entornos familiares muy rígidos, caracterizados por un estilo educativo muy autoritario, propiciando el desarrollo de hijos dependientes, irresponsables o rebeldes, que pueden actuar en oposición a las normas de los padres y guardar rencor hacia ellos.
- Entorno familiar permisivo, en el que no hay normas, los hijos crecidos en este ambiente sin límites pueden resultar egocéntricos, caprichosos e impulsivos.
- Jóvenes aislados socialmente, o tienen la tendencia a preferir estar solos, con pocos amigos y sin objetivos.

¿Qué hacer para que mi hijo/hija no caiga en la adicción a las tecnologías?

- Fortalecer la autoestima, mostrar aprecio hacia el hijo/a, que sepan cuán valiosos son para ustedes, y recordarles que ellos son capaces de hacer lo que se propongan, en especial desde la infancia.
- Enseñarles a controlar sus emociones y no actuar por impulso.
- Ocupar adecuadamente el tiempo de ocio, utilizarla para que pueda desarrollar otras habilidades personales, como el deporte, la música, etc.
- Mejorar la comunicación padre-hijo, madre-hijo. Comunicarse no es sólo hablar, sino también escuchar. De este modo los papás pueden captar las preocupaciones de sus hijos y darles una salida adecuada; por el contrario, sino escuchan y solo critican, los hijos insatisfechos buscaran relaciones inapropiadas en las redes sociales.
- Establecer normas y límites a los hijos, rígidos en la infancia, flexibles en la adolescencia, acompañadas de un ambiente de cariño y apoyo emocional.

La adicción a las tecnologías no solo destruye a la persona involucrada en las redes, sino también sufre la familia que lo rodea. Cabe mencionar que lo característico de la adicción a internet es que el adolescente usa este medio de la computadora o celular para escapar de su vida real, y mejorar su estado de ánimo. Por ello reflexiona en cómo es el ambiente familiar que estás desarrollando como padre de familia.

¿Qué nos dice la Biblia?

“Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes”. (Deuteronomio 6:6,7)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bases bíblicas y teológicas de la Consejería Pastoral - Consejería Pastoral

Modelos de intervención en la consejería Pastoral

El matrimonio cristiano tiene que representar a Cristo