El Matrimonio: El núcleo de la familia

"En la cámara nupcial cada pareja introduce a cuestas su pasado y su futuro." Estas palabras de Antonio Gil en la revista semanal de "El País" nos dan una idea bastante clara del problema en lograr una comprensión completa entre los esposos.

Dos personas se unen en matrimonio. Hasta ese momento, han vivido vidas distintas, cada uno con su propio pasado. Al casarse, todo el contenido de dos vidas separadas con sus particulares valores, creencias, caracteres, influencias paternas, etc., confluye. Es una integración dinámica de dos pasados separados en un futuro compartido. La unión de estas dos vidas produce un resultado especial. Igual que las especias producen un sabor particular según su combinación, así influyen sobre el futuro de los recién casados "las especias" (a veces con sabores desconocidos hasta ese momento) que cada uno trae al matrimonio.

Las diferencias entre los dos harán que no tarden mucho en darse cuenta de que la unión de dos en uno no es siempre tan fácil como pensaban. Las desilusiones empezarán a desinflar el globo de sus sueños románticos. La euforia de la luna de miel termina y el período de la guerra fría o abierta o de la adaptación mutua empieza. Se ha dicho que como va el hogar, va la nación. Y es cierto que como va el matrimonio, va el hogar. El matrimonio es el núcleo de la familia, y la comprensión entre la pareja es esencial si la familia va a llegar a ser lo que Dios tenía en mente en el principio. Para poder adaptarse el uno al otro, los esposos necesitan reconocer algunas diferencias entre los hombres y mujeres.

"En la vida matrimonial hay convergencias y divergencias, momentos de encuentros y desencuentros; acuerdos y desacuerdos; situaciones de armonía y de discordia. A veces, hay buena sintonía y, en otras ocasiones, se pierde el entendimiento mutuo. No es algo anormal ni tampoco malo. Malo es cuando siempre hay desavenencias y disconformidades; e incluso cuando nunca hay diferencias, porque probablemente alguien siempre imponga su voluntad y el otro siempre acate, sometiéndose. Si bien son normales las afinidades y las disparidades, lo ideal es incrementar las primeras y aceptar las segundas, o saberlas manejar" La familia que soñé, 7.

En el asunto de la satisfacción marital, es válido el cuestionamiento del profeta: "¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?" Amós 3:3.

Diferencias entre hombres y mujeres

En una encuesta sobre el matrimonio que se hizo hace unos años en Madrid, estaba la frase, "La meta mayor del matrimonio es el compañerismo." Sin excepción, todos los hombres contestaron negativamente, mientras las mujeres dijeron que sí. Es una muestra clara de los distintos puntos de vista que existen múchas veces entre los hombres y las mujeres. Son reflejo de algunas diferencias básicas que llamamos la feminidad y la masculinidad.

Diferencias Biológicas

El doctor Paul Popenoe, fundador del Instituto Americano de Relaciones Familiares en Los Ángeles, nombra algunas diferencias físicas importantes:

Los hombres y las mujeres difieren en cada célula de su cuerpo. Esta diferencia en la combinación cromosómica es la causa básica del desarrollo masculino o femenino.

La mujer tiene una mayor vitalidad constitucional, quizás debida a esta diferencia en los cromosomas. (Más varones nacen muertos o mueren poco después del nacimiento. Las mujeres tienen un promedio de vida más largo que los hombres).

Los sexos difieren en su metabolismo; un hombre en reposo consume más energía que una mujer en la misma circunstancia. (Esto explica que la mujer tienda a engordar más fácilmente aunque coma menos.)

Difieren en la estructura del esqueleto; la mujer tiene la cabeza más pequeña, la frente más ancha, el mentón menos saliente, las piernas más cortas y el cuerpo más largo.

La mujer tiene mayor el estómago, los riñones, el hígado y el apéndice, y más pequeños los pulmones.

La mujer tiene varias funciones importantes de las cuales carece el hombre: la menstruación, el embarazo y la lactancia. Todas ellas influyen en su conducta y sus sentimientos. Tiene más hormonas diferentes que el hombre.

La sangre de la mujer contiene más agua (20% menos eritrocitos - células rojas -). Como son éstos los que proporcionan oxígeno a las células del cuerpo, se cansa más fácilmente, y está más predispuesta a desmayarse. Cuando aumentaron la jornada de trabajo de10 a 12 horas en la fábricas de la Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, los accidentes en las mujeres aumentaron un 150%. Los de los hombres no cambiaron prácticamente.

En fuerza física el hombre está por encima de la mujer en un 50.%

El corazón de la mujer late con más rapidez (80 contra 72 del hombre); la tensión de la sangre es algo inferior a la del hombre (a los 20 años, 105-140 sobre 62-88 para los hombres y 100-130 sobre 60-85 para las mujeres) y varía con mayor frecuencia; la mujer tiene menos tendencia a tener la tensión alta, por lo menos hasta la menopausia.

La capacidad vital, o inhalación de aire, es inferior en la mujer en la proporción 7:10.

La mujer resiste mejor las temperaturas altas que el hombre; su metabolismo disminuye.

La laringe suele ser más pequeña en la mujer y las cuerdas vocales más cortas, dando como resultado un tono más agudo en la voz.

La mujer tiene la pelvis más ancha que el hombre para poder llevar a cabo el proceso de gestación.

Según estudios realizados últimamente, una mujer nota los efectos del alcohol antes que un hombre. Esto se debe a su metabolismo más bajo que perjudica la ingestión de alcohol en el estómago.

Diferencias Psíquicas o Emocionales

La sede de las emociones en el cerebro, el hipotálamo, tiene conexiones distintas en el hombre y en la mujer.

Por ejemplo, en el caso de un trauma emocional el hipotálamo manda mensaies que pueden alterar o interrumpir el ciclo menstrual de la mujer. Las hormonas femeninas afectan a alzo más que a la menstruación. Una alta proporción de las mujeres que se suicidan lo hacen durante la menstruación. Un estudio de las mujeres encarceladas revela que el 62% de ellas cometieron crímenes violentos durante la menstruación o inmediatamente antes de ella. Estas aberraciones se deben a los cambios en las hormonas. La mujer suele estar más nerviosa inmediatamente antes de la menstruación y más cariñosa en el momento de la ovulación, ya que es cuando el nivel de estrógeno está más alto.

La mujer tiende a interiorizar los hechos y el hombre a exteriorizarlos. En otras palabras, la mujer suele ser subietiva y el hombre objetivo. Esta diferencia cambia cuando se trata de la masculinidad del hombre. Suele ser un punto muy vulnerable porque se trata de su auto concepto.

Diferencias en el deseo sexual

Los hombres son estimulados visualmente mientras que las mujeres responden más al tacto. Por lo tanto, un hombre recibe más estimulo con luz en la habitación y la mujer, que depende más de las caricias que de la visión, muchas veces prefiere la obscuridad. El hombre puede recibir el estímulo sexual de una fotografía o de una mujer bella desconocida; las mujeres suelen interesarse en un individuo en particular. Esta diferencia se debe a que los hombres ven el sexo más como un fenómeno físico, mientras que para la mujer, es una experiencia profundamente emocional. La mujer tiende a usar el sexo como una manera de obtener seguridad, y esto la hace buscar la permanencia en una relación sexual.

El interés sexual es mucho más constante en el hombre que en la mujer. El interés de la mujer es cíclico, según los niveles de sus hormonas sexuales. Está más alto en el momento de la ovulación, siendo esto una defensa de la naturaleza para la preservación de la raza.

Modelos de relaciones matrimoniales

A pesar de ciertas diferencias, unas obvias y otras no tanto, el hombre y la mujer tienen muchas necesidades en común. Los dos desean el amor y expresiones de cariño y aprecio. Los dos necesitan sentir el éxito, ya sea en el trabajo o el hogar. Tienen que sentirse competentes, valiosos. Esta autoestimación depende, casi siempre, de la opinión del otro cónyuge y de su manera de tratarse entre sí.

Modelo tradicional

Una persona, el marido o la esposa, toma las decisiones de la familia. Normalmente en una familia de este tipo, los cónyuges desempeñan los roles tradicionales: el hombre trabaja fuera y la mujer se dedica a la casa y a los hijos.

Modelos anárquicos Individualista. Este tipo de familia, nadie manda. Cada persona toma sus propias decisiones sin consultar a los demás. Muchas veces, un miembro de la familia no sabe nada de lo que los otros miembros están haciendo. Viven bajo el mismo techo, pero allí acaba todo. Es un tipo de familia que va en aumento con la televisión y el vídeo, dos inventos que limitan la conversación en el hogar.

Enredado. Cada miembro intenta controlar a los otros y los critica. No hay un buen espíritu de amor y confianza entre ellos. Todos están cogidos en la misma red, pero no a gusto.

Modelo democrático

Es una familia que practica el compañerismo con todos trabajando juntos. Toman las decisiones entre todos.

Cada uno confía en la virtud y el juicio del otro.

Modelo bíblico

Un hombre que estaba teniendo problemas con su esposa parecía encontrar la causa de estos cuando dijo: "No podíamos hablar con papá; él no quería o no podía hacer nada a lo que mamá se opusiera. Pienso que si papá hubiera tomado su lugar como cabeza del hogar, si solamente hubiera sido un verdadero hombre, sus hijos habríamos aprendido cómo ser esposos y padres, y pienso que aún habría sido mejor para mamá."

Esta solución de ocupar el hombre su "lugar como cabeza del hogar" parece fácil, pero, al contrario, es un punto de confusión para muchos.

Los papeles tradicionales de los cónyuges van desapareciendo, y en su lugar queda mucha incertidumbre. Si la esposa trabaja fuera y llega a casa más tarde que su marido, ¿quién preparará la cena? ¿La mujer tiene toda la responsabilidad sobre los hijos, o debe el padre hacer su parte? ¿Cuál es la responsabilidad del hombre como cabeza del hogar?

¿Nada más que ganar el pan? o ¿Es el rey de la casa?

Para entender mejor la enseñanza bíblica, vamos a estudiar Efesios 5:21-24. Pablo dice claramente que "el marido es cabeza de la mujer" y que "las casadas estén sujetas a sus propios maridos". Muchos hombres piensan que estos versículos le dan todo derecho sobre su esposa hasta el punto de corregirla a base de golpes si ella no lo obedece o si hace algo que él no aprueba. De hecho, en España en 1989 hubo 16.500 denuncias por malos tratos y hasta 85 mujeres asesinadas por sus maridos. Seguramente, esta no es la sumisión que Dios quiere.

La clave para entender el mandato del v. 22 se encuentra en el v.23: " así como Cristo es cabeza de la iglesia." La iglesia intenta seguir a Cristo por el amor que tiene El. Se deduce, entonces, que la mujer tendrá el deseo de someterse a su marido por la misma razón. El amor que ella siente hacia él hará que ella intente agradarle en todo. El resultado es una sumisión voluntaria, no forzada; basada en amor, no en un mandato ni en el temor. Ella le querrá complacer porque así vivirá felizmente

Al nombrar al hombre "cabeza de la mujer", Dios le hace responsable del amor en el matrimonio (v.25). El marido toma la iniciativa en mostrar amor hacia su esposa y ella le ama a él como resultado natural. El amor del marido hacia su esposa es otro símbolo del amor de Dios, el cual nos amó primeramente a nosotros. El mismo amor crea una respuesta de amor. En seguida, Pablo dice que este amor ha de basarse en el amor que

Cristo mostró a la iglesia:

Amó a la iglesia de una manera realista. El amor de Cristo no era un sentimiento emocional y romántico. Aceptó a la iglesia tal como era y es; era un amor basado en la realidad y no en las ilusiones. Ro. 5:8 -"Siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros
Amó a la iglesia hasta sacrificarse por ella. 1 Juan 3:16 -"En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros." El verdadero amor es darse uno mismo. Muchos maridos se equivocan al intentar complacer a sus esposas con regalos y cosas en vez de darse a sí mismos. Podemos entender mejor el significado de la palabra "sacrificio" si miramos el sentido original de la palabra latina: "sacra" = santo; "Ficio" = hacer. Los dos cónyuges deben estar dispuestos a "sacrificarse" para el bien del otro.
Amó a la iglesia con propósito. El propósito de Cristo (v.27) es una iglesia santa y sin mancha; esta perfección es el resultado del crecimiento. Cristo busca nutrir a la iglesia para que tenga una vida sana y santa. San Agustín enfatizó que la naturaleza del amor es el deseo del amante de ser uno con la amada. El propio ministerio de Cristo se une y se hace a través del cuerpo (la iglesia). Esta unión profunda - en pensamientos, en expresión, en deseos y propósitos de vida - es la meta del matrimonio.

Una historia moderna relata la experiencia de un hombre que reconoció su error al elegir esposa un mes después de casarse. Tomó la decisión de guardar el secreto en su corazón.

Determinó no desilusionar a su esposa, sino hacerla creer que era de verdad la reina de su corazón. Mientras estaba esforzándose en protegerla de su secreto, se dio cuenta de que estaba enamorándose de verdad. Fue un amor mucho más puro y fuerte que el que hubiera surgido del sentimiento o de la atracción física.

"El Señor ha establecido que el esposo sea cabeza de la esposa para ser su protector; él es el vínculo de la familia que une a todos los miembros, así como Cristo es la cabeza de la iglesia y el Salvador del cuerpo místico. Que cada esposo que pretende amar a Dios considere diligentemente los requisitos de Dios para su posición. La autoridad de Cristo se ejerce en sabiduría, bondad y amabilidad; del mismo modo el esposo debe ejercer su poder e imitar a la Cabeza de la iglesia… Ni el marido ni la mujer deben pensar en ejercer gobierno arbitrario uno sobre otro. No intentéis imponer vuestros deseos uno a otro. No podéis hacer esto sin perder el amor mutuo. Sed ambos benignos, sufridos, corteses y llenos de consideraciones uno para con otro. Mediante la gracia de Dios podéis realizar la felicidad uno de otro, tal como lo prometisteis al casaros". (La fe por la cual vivo, 261).

Amó a la iglesia activamente, por voluntad propia. El amor no es solamente una emoción - es un acto voluntario de la persona. Si uno determina amar a otro, con la ayuda de Dios será posible. Es importante recordar esto cuando la emoción no sea tan fuerte o cuando los dos se enfaden. Si hay voluntad de amar, crecerá también el sentimiento de amor.

Amó a la iglesia totalmente, sin reservas y sin condiciones. El versículo 28 nos recuerda que el amor hacia nosotros mismos es la mejor ilustración que podemos entender. Un hombre no puede olvidar a su esposa sin olvidarse de su propio cuerpo, pues la Biblia enseña que los dos son uno. Todo lo bueno que hace a su esposa, se lo hace a sí mismo por la misma razón. Estos versículos de Ef. 5 no subrayan la autoridad del marido sobre la esposa, sino la responsabilidad del marido de sentir un amor desinteresado por su esposa. El marido da a la esposa la libertad de someterse en amor.

Pablo dio consejos matrimoniales sin tener experiencia propia, pero Pedro llevaba años casado cuando escribió las palabras de 1 Pedro 3:7 "Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo". Vemos en este versículo que la vida espiritual del hombre tiene estorbo si las relaciones con su esposa no son buenas. El versículo siguiente (v.8) dice que los dos - marido y esposa - deben ser de "un mismo sentir". En otras palabras, deben ser "uno en todo. En resumen, se puede decir que el modelo bíblico para el matrimonio ofrece oportunidades y obligaciones:

Oportunidad mutua-recíproca: actitud de siervo, obligaciones mutuas-recíprocas: actitud de siervo. (Mateo 19:1-12; Marcos 10:1-12; Génesis 2:18-24) Entre las responsabilidades mutuas se encuentra la de dejar a todos los demás, para ser una sola carne (Efesios 5:31). Deben darse satisfacción sexual mutua (1 Corintios 7:3-5) y permanecer fieles (1 Corintios7:10-11).

Oportunidad del esposo: dirigir con amor y actitud de sacrificio (Efesios 5:25-33; Colosenses 3:18; 1 Pedro 3:7). El esposo tiene la responsabilidad de dirigir, no el derecho. Jesús mostró un gran liderazgo en Jn. 13 cuando lavó los pies a los discípulos. Cristo murió en la cruz. ¿Se ha de sacrificar así el esposo por su esposa? Ser cabeza no es ser dictador. Otras responsabilidades del marido incluyen la paciencia y la comprensión para con su esposa (Colosenses 3:19), dándole honor (1 Pedro 3:7) y apoyo (1 Timoteo 5:8).

Oportunidad de la esposa: servir de apoyo al esposo por voluntad propia (Efesios 5: 21-24; 1 Pedro 3:1-6).

La esposa tiene la misma relación con su esposo que la iglesia tiene con Cristo. Es una relación de libertad y sumisión gozosa.

Recuerde en la familia:

La Mujer:
Nutre
Edifica
Embellece

El Hombre:
Protege
Provee
Lidera

Con humildad y cooperación mutua ambos sumarán al establecimiento y crecimiento de una familia plena y feliz.

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