¡Qué bueno, eres diferente!
"Entonces, Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán y tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y en la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre." Génesis 2:21, 22.
https://www.youtube.com/shorts/fCNe_LJqL7k DEFECTOS
¿Cómo se completan el hombre y la mujer?
Cuando Dios creó a la primera pareja, podemos observar de forma clara que ellos eran diferentes el uno del otro ¿Por qué?
Dios sabía que por el hecho de ser diferentes, uno complementaria al otro, ayudaría al otro, sumaría a las características y cualidades del otro.
Sin embargo ¿Notaste que muchas parejas, luego de haber intercambiado las promesas en el altar, aparecen las diferencias y comienzan a distanciarse, en lugar de atraerse el uno al otro?
¿Ya viste que, lo que atraía ahora pasa a molestar; lo que aproximaba ahora tiende separar?
¿Qué está sucediendo realmente?
La verdad es que no comprendemos nuestras diferencias, o no les damos el debido valor; por eso, la frialdad y soledad entran en escena y comienzan a destruir la relación. En lugar de ver que las diferencias pueden mejorarnos y que juntos podemos ser más fuertes que solos; comenzamos a decir: "Tú no eres como yo esperaba, eres poco comparado conmigo" o "Eres igualito de malo como tu madre/padre", "Tu y yo no somos compatibles"
Tú que planeas casarte, no permitas que las diferencias existentes entre ti y tu novio(a) destruyan su relación. Recuerda que la personalidad del hombre y la mujer son diferentes, pero además de eso, tanto uno como el otro, intentan enfrentar la vida con impulsos diferentes.
Muchos hombres valorizan comunicar sus ideas y planes. A la mayoría de las mujeres les gusta hablar sobre sentimientos y emociones.
El hombre se inclina más a expresar su amor haciendo cosas, mientras que las mujeres expresan su amor a través de palabras.
Las mujeres tienden a observar los detalles; son capaces de recordar las particularidades del día, quien dijo, y qué y cómo estaban las personas. Los hombres pueden recordar los acontecimientos en términos generales, quedando en cierto modo impacientes con los detalles.
Instintivamente, un hombre racional se casa con una mujer sentimental.
"Someteos unos a otros en el temor de Dios" Efesios 5: 21, 22.
¿Cómo expresa la mujer su sumisión? Por medio del respeto del liderazgo de su esposa.
¿Cómo expresa el hombre su sumisión? Por medio del amor que lo hace entregarse por su esposa de manera similar al sacrificio de Cristo. El varón debe hacerse querer, no siendo odioso, sino cumpliendo sus deberes en las tareas domésticas y tomando iniciativas que alivien la cargas de la esposa.
A los extrovertidos les gusta estar junto con otras personas y estar activos. Se casan con introvertidos, quienes están en busca de tranquilidad.
¿Por qué el hombre es diferente de la mujer?
Porque cada uno necesita del otro para complementar sus flaquezas, para compartir las fuerzas que cada uno trajo a la unión.
A menos que aquellos que pretenden unirse en matrimonio estén conscientes del papel y de la importancia de las diferencias de cada persona en la vida conyugal y estén dispuestos a aceptarse el uno al otro como son realmente, tendrán muchas dificultades para desarrollar una relación saludable. Además, todo aquello que uno trae de carga hereditaria, cultural, social, espiritual y emocional puede contribuir para sumar, construir, edificar, aproximar, y fortalecer al matrimonio o puede ser usado para llevar a la pareja al distanciamiento.
"Los que no están dispuestos a adaptarse el uno al otro en sus disposiciones, para evitar las divergencias y contiendas desagradables, no debieran dar aquel paso." HA, 71.
Cuando una persona siente que la otra está intentando cambiarla, generalmente la reacción es negativa, la persona queda molesta, se cierra, se calla y se aisla.
Solamente cuando la persona es aceptada y amada es cuando se vuelve capaz de de cambiar algún comportamiento de su compañero(a) por medio de rezongos o quejas. Pero, raramente, este cambio es el resultado de un cambio interior, generando una mejor relación. Cualquier cambio forzado termina generando resentimiento, hostilidad, alejamiento y va poco a poco terminando el amor.
Ira J. Tanner, consejero matrimonial escribió: "Cualquier intento de cambiar al cónyuge, en un esfuerzo de ajustar a la pareja al padrón de nuestras fantasías, es arrogancia de nuestra parte y un insulto hacia el compañero. Esto provoca división, rencor y causa una soledad mayor.
"Es el plan de Dios que personas de diversos temperamentos se asocien. Cuando este es el caso, cada miembro del hogar debería considerar sagradamente los sentimientos, y respetar los derechos de los otros." RJ, 5/6
Si deseas ser feliz en tu matrimonio, y no quieres que fracase, entonces renuncia a tu objetivo de cambiar a tu novio(a). Esto nunca funciona.
Cuando uno trata de cambiar al otro en vez de aceptarlo como él es, las cosas tienden a empeorar en vez de mejorar. Además, pueden desarrollar sentimientos de culpa, llevándolos cada vez más a desaveniencias y falta de comunicación.
Sé feliz aceptando a la persona que Dios colocó en tu vida tal como ella es; pues si fue Dios quien te la dio, es porque él sabe que es lo mejor para ti.
"Aunque se susciten dificultades, congojas y desalientos, no abriguen jamás ni el marido ni la mujer el pensamiento de que su unión es un error o una decepción... Aliéntese uno a otro en las luchas de la vida. Procure cada uno favorecer la felicidad del otro... Entonces, el casamiento, en vez de ser el fin del amor, será mas bien su verdadero comienzo" HC, 377.
El hombre es la más elevada de las criaturas.
La mujer es la más sublime de los ideales.
Dios hizo al hombre para un trono;
Para la mujer un altar.
El trono exalta, el altar santifica.
El hombre es el cerebro
La mujer es el corazón
El cerebro fabrica la luz, el corazón produce el amor.
La luz fecunda, el amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón
La mujer es fuerte por las lágrimas.
La razón convence, las lágrimas conmueven.
El hombre es capaz de todos los heroísmos
La mujer de todos los martirios.
El heroísmo ennoblece, el martirio sublimiza.
El hombre tiene la supremacía
La mujer la preferencia.
La supremacía significa la fuerza, la preferencia representa el derecho.
El hombre es un genio,
La mujer es un ángel.
El genio es inmensurable, el ángel indefinible.
La aspiración del hombre es la suprema gloria,
La aspiración de la mujer es la virtud extrema.
La gloria hace todo o grande; la virtud hace todo lo divino.
El hombre es un código,
La mujer un evangelio.
El código corrige; el evangelio perfecciona.
El hombre piensa,
La mujer sueña.
Pensar es tener en el cráneo una larva; soñar es tener en la frente una aureola.
El hombre es un océano,
La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que deslumbra.
El hombre es el águila que vuela,
La mujer es el ruiseñor que canta.
Volar es dominar el espacio; cantar es conquistar el alma.
El hombre es un templo,
La mujer un sagrario.
Ante el templo nos descubrimos; ante el sagrario nos arrodillamos.
En fin: el hombre está colocado donde termina la tierra; la mujer donde comienza el cielo.
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