Administración del hogar
ADMINISTRACIÓN DEL HOGAR
Es tarea de los esposos detenerse y planear con equilibrio las actividades de la familia. Un programa equilibrado incluirá estudio, trabajo, esparcimiento, cultivo espiritual, horas para comer y dormir, etc. También es necesario planear cuidadosamente las vacaciones.
Para evitar complicaciones y posibles problemas, los administradores del hogar deben hacer un inventario que incluya una asignación específica de responsabilidades a ser cumplidas: ¿Quién trabajará para ganar el pan?, ¿quién hará las decisiones mayores?, ¿quién decidirá cuántos hijos es tendrá?, ¿quién será responsable de disciplinar a los hijos?, ¿quién sacará la basura?, ¿quién cocinara?, ¿quién lavará los platos?, etc.. En este inventario se anotará los responsables de las tareas asignadas: los hijos, el esposo, esposa o ambos.
EL ROL DE LA REINA DEL HOGAR
Uno de los consejos del apóstol Pablo a las esposas es: "Esposas, someteos a vuestros esposos como a la Señor... en todo" (Efesios 5:22-24). Según Adly Campos, esta no es una sumisión arbitraria ni implica que la mujer es inferior al esposo. Se está refiriendo aquí a la sumisión de amor ejemplificada en la sumisión de la iglesia a Cristo.
A parte de amar, respetar y cuidar de su esposo en enfermedad y salud, le compete ciertas tareas y responsabilidades del hogar es la reina del hogar.
A la madre podemos describirla pero es muy difícil definirla. Algunas de las páginas más hermosas de la literatura universal lo han intentado. Y siempre pareciera que falta mucho por decir: Quedan tantos sentimientos de gratitud, de amor, de admiración que no alcanzan a expresar las palabras.
El mas alto honor concedido por Dios a la mujer es el privilegio de ser madre.
Pobre o rica, ilustrada o ignorante, es capaz de heroismos increíbles y hasta de dar su vida por los hijos. Domingo Faustino Sarmiento dijo que el corazón del hombre se adhiere al de su madre como las raíces al suelo.
El gran educador hablaba por experiencia, pues su madre había sido un dechado de amor, abnegación y virtud. Cuando la madre cumple con su sagrado cometido, llega a formar con su hijo una unidad sellada no sólo por los lazos de la sangre sino también por el afecto. Con mucha razón apuntaba Pablo Geraldy: "Los hombres cambian de mujer, la mujer cambia de marido, pero el hijo nunca cambia de madre". Siendo así, una de las metas más importantes de toda madre será la de ser digna del respeto y la admiración de sus hijos.
Estimada madre, ¿se ha detenido a pensar en esta gran verdad? Dichosa la familia cuya madre descubre en la formación de sus hijos la vocación de su vida. El niño es un ser hambriento de amor, dirección y seguridad, y cuando la madre se da entera a su hijo en esta triple dimensión, le hace la mejor y más grande contribución.
Una madre tal gozará de las más estimulantes satisfacciones a medida que avance por la existencia en compañía de sus hijos.
EL ROL DEL ESPOSO Y PADRE
Al padre le compete ser el líder, sostenedor, ministro, maestro, guía y protector del hogar. Adly Campos señala que el padre debe reconocer que ha sido llamado para poner el ejemplo para todos los miembros de la familia y mantener siempre en la mente que su posición no significa superioridad, sino responsabilidad.
Al igual que a la madre, muchas veces no se valora al padre hasta que se lo pierde. Lleno de abnegación y fortaleza, se constituye por propia gravitación en el eje y motor de la familia. Lo da todo sin reclamar reconocimiento, porque considera que no podría hacer menos por los suyos.
Una filosofía popular apunta lo siguiente a cómo considera a veces el hijo a su padre:
Entre los 4 y 6 años: "Papá es un sabio. ¡Sabe todo lo que le pregunto!"
Entre los 7 y 10 años: "Papá lo puede todo. ¡Qué fuerza tiene!"
Entre los 10 y 14 años: "¡Hum! Me parece que papá se equivoca en algunas cosas".
Entre los 14 y 18 años: "¿Papá?" ;Es un hombre chapado a la antigua!"
Entre los 18 y 25 años: "¡Pobre viejo! Esta completamente pasado de moda".
A los 30 años cuando las preocupaciones han dejado ya algunas arrugas en su frente, el hijo dice: "¡Qué problema! Tal vez debiera consultar con papá".
A los 40 años, el padre ya ha muerto. Las canas comienzan a platear la cabellera del hijo. Este exclama lleno de nostalgia y admiración: "Mi padre fue un sabio, lástima que no supe apreciarlo!"
¿Por que ha de ser así? ¿Por qué no aprender a valorar las virtudes del padre y escuchar sus consejos respaldados por su larga experiencia? La autoridad del padre no emana tanto de sus prerrogativas, sino de la fuerza que le otorga el ascendiente de una conducta ejemplar. Así podrá infundir seguridad y confianza en los suyos. Será un piloto en la tormenta, un amigo y compañero en la bonanza.
En la familia del célebre compositor ruso Nicolas R. Korsakov se tenía éste lema para un padre: "El padre debe ser un soberano para el hijo hasta los 10 años; un padre hasta los 20; un amigo hasta la muerte"
La principal tarea del padre no es mandar, sino conducir, guiar y orientar a su familia. Si el niño ama y respeta a su padre, éste también desarrollará en el hijo el amor a la justicia y el respeto por la autoridad constituida. De esta manera, cumplirá su deber para con la sociedad y recibirá la bendición divina. Y cuando un padre revela su afecto abnegado hacia su hijo, no hace más que ilustrar el amor infinito del Padre Celestial. "Dichosos los padres cuya ternura, justicia y longanimidad interpretan al niño el amor, la justicia y la longanimidad de Dios" (El Hogar y la Salud, pág. 29).
PRESUPUESTO FAMILIAR
Gastos Fijos
Diezmos
Ofrendas
Renta/Hip.
Carro/Manten.
Electricidad
Gas
Basura
Agua
Teléfono
Comida
Préstamos
Pago de carro
Escuela
Otros
Seguros
Médico
Gastos Flexibles
Dental/Médico
Ahorros
Suscripciones
Clubes
Donaciones
Recreación
Total Mensual
Entradas
Gastos
Balance Total
UN CONSEJO INSPIRADO
"Si los niños aprendieran a considerar las tareas domésticas más humildes como el deber que Dios les ha señalado, como una escuela en la cual han de aprender a prestar un servicio fiel y eficiente, cuanto más placentero y honroso les resultaría su trabajo.
El realizar deber como para el Señor da encanto a las tareas más humildes y une a los obreros terrenos con los seres santos que hacen la voluntad de Dios en el cielo. Y nosotros, en el lugar que nos ha señalado, deberíamos cumplir nuestros deberes con tanta fidelidad como lo hacen sus ángeles en su esfera superior" (Signs of the Times, 11-10-1910).
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